- Mapa de Situación:
12.8 km, 00:00:00
- Descripción:
El invierno se nos echa encima a marchas forzadas. La madrugada se presenta helada con un cielo escandalosamente limpio. Nos dirigimos hacia el Condado de Treviño, hacia la localidad de Villanueva Tobera para ascender a la sierra coronada por el monte Moraza, encima del pueblo del mismo nombre. El Condado de Treviño, en su proverbial subdesarrollo, es un enclave de una gran riqueza paisajística y faunística. Sus pequeños pueblos enclavados en verdaderos parques naturales, todavía conservan una vida rural que hace tiempo se perdió en otras partes de nuestra tierra. Visitarlos es como volver al pasado de nuestros abuelos. Hablar de subdesarrollo, y que nadie se me enfade, es hablar de conservación del patrimonio rural, de no tener que soportar la presión de ese desarrollo insostenible a base de grandes aglomeraciones urbanas con sus fábricas, sus autopistas, sus atascos y sus prisas. Treviño es calidad de vida que hay que saber apreciar. Creo sinceramente que Treviño tiene que aprender a vender sus valores.
Aparcamos en Villanueva Tobera sobre las nueve horas de la mañana. La temperatura ronda los cero grados. Ni frío ni calor. Ni lo chuchos salen a recibirnos. La gente dormita al calor de sus hogares en esta mañana del 6 de diciembre 07, mañana constitucional. Aparcamos junto a la iglesia y tomamos calle abajo en dirección este por una amplia pista que deja el cementerio a la derecha. Prácticamente esta pista nos subirá a la cumbre, sin desvíos ni a derecha ni a izquierda. La pista va girando lentamente a la derecha tomando dirección sur, pasadas diversas BIFURCACIONES siempre sin dejar la pista. Nos adentramos en un sotoBOSQUE donde la luz del sol juguetea con las ramas de los árboles trenzando espectaculares contraluces. Ascendemos a un primer COLLADO1 unos cien metros por debajo de nuestro objetivo. Descendemos ligeramente a una vaguada, manantial de San Julian, y de nuevo remontamos por un cortafuegos recién abierto al punto COLLADO ya en lo alto de la sierra. Como un km y medio hacia la izquierda nos separan de la cumbre a la que llegamos cómodamente por una amplia pista que discurre a lomos de la sierra. A nuestra derecha según progresamos se levanta altiva la sierra de Cantabria o de Toloño. Con sus 1300 m. de altitud las alturas de Toloño humillan a las modestas cumbres que estamos pisando. La cumbre del MORAZA y sus 1053m. nos ofrecen en su modestia un espectáculo inigualable de la belleza del entorno de Terviño, de sus contrastes de colores y de las pequeñas sierras faldonadas de bosque que lo cruzan. Las tierra de labor, recién labradas, ofrecen un espectáculo de ocres que contrastan con los verdes de las sierras. Los pequeños pueblos se presentan desperdigados en el terreno como si el Gran Sembrador los hubiese esparcido a boleo. Comenzamos la vuelta atrás desandando la pista cimera hasta el punto PALOMERA donde una estructura metálica casi tragada por el boj nos marca la pista de descenso hacia el valle a nuestra derecha. Al fondo la sierra de Portilla y su monte Chulato se recortan con los montes Obarenes al fondo. En el punto GIRODERECHA comienza la parte mas complicada de la travesía. Hemos de pasar unas plantaciones de pinos y zona roturada de difícil andadura que hemos de procurar ir atravesando siempre por su derecha. Estamos entrando en el Barranco de Lauriza que desciende del manantial de San Julián. Nos topamos con una PISTA que se va ampliando según desciende acompañada de dos arroyos izquierda-derecha hasta toparnos con un gran nogal a la entrada de una amplia finca que dejaremos a nuestra izquierda para remontar por la pista que traemos y que describe una amplia curva a la derecha hasta el punto FINCA donde giraremos fuertemente a nuestra izquierda por un sotobosque que iremos atravesando para descender de nuevo al punto BIFURCACIÓN y de aquí a izquierda de nuevo a Villanueva Tobera.
Apenas la vida ha comenzado cuando entramos en Villanueva. Una pareja de críos juguetea con sus perros junto a una enorme casona medieval. Lentamente va adentrándose la tarde en el valle cuando todavía la mañana no ha despejado sus brumas y humedades. En apenas tres horas de luz el valle de Treviño se sumergirá de nuevo en la larga noche de su historia y de sus ensueños. Una larga noche que ha preservado a Treviño del progreso desaforado y de la destrucción de sus señas de identidad. ¡Ojala no despiertes nunca!, y si lo haces que otra luz ilumine tu despertar, que no sea como el nuestro.
- Fotografías:
Comentarios:
Oketa ( 1035 m.).
Ruta del Cares.
Ruta del Cares.
Vignemale (3290 m.) desde Pont D'espagne.
Vignemale (3290 m.) desde Pont D'espagne.