Kurutxeberri (1117 m.), Elorretakoaitza (1141 m.), Aranguren (1147 m.) desde Mendiola. Aretzabaleta

• Mapa de situación:

10.8 km, 00:00:00

• Descripción:

Hay como una luz especial estos días de primeros de Enero 2008. Un sol de año nuevo nos está proporcionando unos preciosos amaneceres, que solo los madrugadores tenemos la oportunidad de disfrutar. Los mortecinos días de diciembre han dado paso a unos amaneceres luminosos. El día va alargando y ya se aprecia en las madrugadas. Nos dirigimos de nuevo al valle del río Deva para ascender la cumbre del Kurutxeberri desde el barrio de MENDIOLA, de la localidad guipuzcoana de Aretzabaleta. Aparcamos en una pequeña explanada junto a la iglesia. Numerosos andarines pululan ya por las carreteras de ascenso a Mendiola, cuando todavía las sombras cubren las laderas del macizo de Zaraia.

Desandamos unos metros por la carretera que hemos traído hasta el punto MONOLITO, donde en una especie de monumento de piedra torcemos a nuestra izquierda para de inmediato tomar una pista que asciende directa hacia la sierra en dirección claramente sur. Como en un km. llegamos al punto DESVÍO donde tomaremos a nuestra izquierda dejando la pista que traemos. Pasamos cerca de unos caseríos y en breve en el punto SENDA podemos tomar un sendero que nos evita el continuar por la pista a tramos cementada. La volveremos a retomar en el punto PISTA. La ascensión se hace cada vez más pindia, como dicen los cántabros, y a pesar del viento frío que azota la zona, las primeras gotas de sudor brotan de nuestras frentes. A poco dejamos a nuestra izquierda un BARRACON o refugio blanco que dormita bajo las hayas. Seguimos ascendiendo en medio de un precioso hayedo de hayas trasmochas, que en tiempos anteriores ofrecieron sus ramas a los carboneros de la zona. Los primeros rayos de sol que consiguen filtrarse por entre las nubes, iluminan los picos de Anboto y Udalaitz a nuestras espaldas. Una ligera capa de nieve cubre las cimas y las realza en el horizonte. Llegamos al punto CRUCE a la izquierda, donde dejaremos la pista que traemos y por un diminuto sendero nos iremos adentrando en el hayedo ascendiendo ya directamente hacia la cumbre; dejamos a nuestra izquierda un pequeño REFUGIO y en breve salimos a terreno despejado, donde comienza el lapiaz que rodea la cima. Tenemos delante la peña de Kurutxeberri coronada por una enorme cruz metálica que desafía el frio viento que barre la sierra.

La Cruz fue colocada en 1928. Fue la época en la que el Papa de Roma animó a los católicos a coronar de cruces los monte. Una costumbre no muy ecológica. Nos hace ilusión pisar las primeras nieves que han caído noches anteriores. La sensación térmica es bajísima y hemos de parar a cubrirnos al máximo con guantes, gorro y anorak de goretex.

Un grupo de montañeros pasa a nuestro lado en mangas de camisa, como desafiando a la pulmonía doble y a la neumonía triple. ¡Deben de ser de Bilbao! Por el lado izquierdo de la peña tomamos la ascensión a la cumbre entre rocas heladas y con el fuerte viento helado en contra que llena de lágrimas nuestros ojos. El panorama que se divisa desde la cumbre de KURUTXEBERRI (1117m.) es grandioso. Todavía la luz de la amanecida pretende abrirse paso por entre las nubes oscuras que cubren los altos de Elguea, provocando unas coloraciones increíbles. Tonos ocres mezclados con amarillo anaranjados y con las tonalidades ceniza de las nubes hacen del cielo un mosaico de matices diferenciados. El fuerte viento rasga las cortinas de nubes y las mezcla entre sí, mezclado al mismo tiempo sus coloraciones. Todo ello encuadrado en un entorno de picos y sierras: Sierra de Aloña a nuestra izquierda, Elguea al sur, Gorbea hacia el suroeste, Anboto, Murugain, Udalaitz a nuestras espaldas, cumbres todas cubiertas de nieve recién caida. De regreso no podemos por menos de acercarnos a las cimas de ELORETAKOAITZA (1141m.) y ARANGUREN (1147m.), componentes también del macizo de Zaraia. Se trata de cumbres krásticas de difícil andada entre rocas heladas cubiertas de nieve.

De la cumbre de Aranguren descendemos a la pista que la bordea por su vertiente oeste para ir en dirección norte a encontrar la pista que hemos traído desde Mendiola. Ya de nuevo en el hayedo de bajada vamos retomando un poco del calor corporal que hemos perdido arriba en las cumbres; calor que no retomaremos totalmente hasta que de nuevo en Aretzabaleta nos templemos el cuerpo con un rico caldo garbancero, o de cocido rico rico, que nos ofrecen en un bar del pueblo.

• Fotografías: