- Mapa de situación:
9.8 km, 02:59:06
- escripción:
Verdaderamente hay lugares con sabor. Uno de ellos es la ermita de los Mártires, Martitte en euskera, que se halla enclavada en la ladera septentrional del monte Samiño, a unos 4 km. de ascensión desde Azkoitia por la GI-3172. Los mártires a que hace referencia el nombre de la ermita no son otros que San Emeterio y San Celedonio, mártires que fueron en la Calagurris romana, actual Calahorra, allá por el siglo III de nuestra era. ¡Como las gastaban los mártires en aquél entonces! Según cuenta la leyenda, los vecinos del lugar se empeñaron en construir la ermita en otro sitio, no del gusto de los santos. Los materiales de construcción aparecían a la mañana siguiente en el actual emplazamiento. A tanto llegó el mosqueo de los vecinos que decidieron poner un guarda nocturno, de los vecinos caseríos de Zendoia, para que vigilase que los materiales no volasen por la noche al otro emplazamiento. Se oyó una voz a las tantas de la madrugada que decía: “Hay que sacarle el ojo al guarda”. El guarda quedó tuerto, así como sus cuatro generaciones posteriores que nacieron con un solo ojo. Espantados los vecinos de semejante castigo construyeron la ermita en el lugar actual, no fuera a ser que su cabezonería degenerase en ceguera colectiva. La devoción a San Medel y San Celón debió llegar a estos lugares allá por el siglo XI, reinando en Castilla AlfonsoVI, al incorporar parte del territorio de Guipúzcoa a la sede episcopal calagurritana. San Emeterio y San Celedonio son desde tiempos inmemoriales patronos de Calahorra. La construcción de la ermita parece que data del siglo XV en tiempos de Fernando IV. Nosotros aparcamos en MARTITTE junto a la carretera en un parking a la derecha que es un fantástico observatorio del valle del Urola que queda a nuestros pies. Remontamos como un km. por la carretera hasta el vecino barrio de ARRIETA-MENDI donde dejamos la carretera y ascendemos a nuestra izquierda, por pista hormigonada, hasta el collado de ALDABURU. Un precioso y diminuto oratorio, Toki-Eder Ama (lugar hermoso, de la Madre), escondido entre las hayas trasmochas, contribuye a aumentar el encanto de este singular collado. En un diminuto belén al lado del oratorio encontramos un tarro lleno de caramelos, como obsequio al caminante. Tomamos uno y respetamos el resto. Agradecidos por el detalle, continuamos remontando por la pista, para abandonarla como en unos cien metros para tomar una senda a nuestra izquierda que nos lleva a lo alto del cordal. Por camino algo sucio al principio, y entre pastizales después, vamos remontando las sucesivas lomas que nos irán llevando a la cima. No hay pierde. A nuestra derecha llevamos el valle del Urola con las alturas de Gorla e Irukurutxeta. A nuestra Izquierda el valle de Azpeitia y como fondo las alturas de Hernio. Las campanas de Loyola se sienten abajo entre las brumas. A los 740 m. pasaremos junto a un vértice geodésico, para pasar a continuación por unas granjas y remontar después de éstas directos a la cima de SAMIÑO o Irumugarri. La niebla envuelve la cima y no nos permite disfrutar del paisaje. Una pena. Como descenso alternativo proponemos el ir a tomar la pista que serpentea como a unos 50 m. de la cumbre. En el track y mapa que se adjunta se pueden ver las dos posibilidades. De regreso en Los Martires, visitamos la curiosa ermita rodeada de construcción civil, como si de un albergue de peregrinos se tratara, y nos tomamos un caldito en el jantetxea adosado a la ermita, servido por una hermosa brasileña de labios turgentes. ¡Que cosas! Hasta en los lugares mas recónditos de Euskalherría se encuentra uno a un inmigrante. En este caso es inmigranta y de buen ver. Todo sea por la ministra Aído. Porque en este país hay ministros y ministras, jueces y juezas, miembros y miembras, y hasta montes y montañas.
- Fotografías:
Comentarios:
Oketa ( 1035 m.).
Ruta del Cares.
Ruta del Cares.
Vignemale (3290 m.) desde Pont D'espagne.
Vignemale (3290 m.) desde Pont D'espagne.