El señor de los altos nos había prometido día claro para este fin de semana 22,01,06. Este señor de los altos que todas las noches nos da su predicción, “forecast”, cual adivino o mago con su bola mundo mundial. Prefiero al pastor del Gorbea. Salimos de casa con deseo largamente contenido de buen tiempo y sol a raudales. Nuestros huesos comienzan a resentirse de las bajas temperaturas de esta Siberia _Gasteiz. Tomamos rumbo a IZARRA esta mañana con nubes y claros a tres grados en la madrugada. Dejamos el coche junto a la iglesia del pueblo y tomamos la ascensión a la derecha de la misma y a la derecha de un caserón con un cartel “Bella Vista”, directamente por la lomada que asciende en dirección oeste, por camino empedrado. La ascensión es suave, el camino empedrado termina y siguiendo la misma orientación, a través de un limpio hayedo, en una media hora desde Izarra nos presentamos en la cumbre ALTO DEL CORRAL (839m). La promesa del señor de los altos se va desvaneciendo, pues el cielo se nos va echando encima paulatinamente y los altos van desapareciendo a nuestra vista. Cuando abandonamos el Alto del Corral la sierra no es más que una inmensa visión de la nada en color blanco, aburridamente blanco agrisado. Seguimos ascendiendo hacia la sierra, y ya sin ninguna referencia nos adentramos en la inmensa planicie que en su límite a poniente se despeña por el barranco que surca el Nervión en su cabecera. Pasado el punto BALSA por una pista muy marcada a la izquierda, vamos cruzando sierra. En un momento de la andada decidimos dejar la pista y caminar directos hacia el barranco, abandonando nuestra primera idea de ascender al monte Arangachas. Tenemos la secreta esperanza de poder ver la cascada del Nervión. Como una media hora sierra a través llegamos al cortado del barranco. Adivinamos el abismo sin verlo. Una doble alambrada protege a los animales de despeñarse 300 m verticales, el barranco de Délica. Por un sendero pegado al cortado le damos la vuelta al barranco. Entre las estacas de la alambrada unas siluetas negras se nos aparecen repentinamente. El mismo Belcebú asoma como ascendido del barranco. Un enorme choto se nos encara dando frente y defensa a su manada de cabras cariñosas. No es más que una mancha negra con cuernos. Seguimos dando la vuelta al barranco hasta descender a orillas del arroyo Nervión, metros antes de que se precipite formando su famosa cascada, que llega al suelo dispersada en microgotas; 300 m. de caída libre Vista singular que desafortunadamente se nos niega, comida por la niebla. No sabe el Nervión en este punto lo que le espera aguas abajo. Su cristalinas aguas aquí perderán su pureza a escasos kms. mas abajo agobiadas por cientos de vertidos mas o menos controlados. En breves minutos llegamos al MIRADOR Cañón del Nervión. La temperatura es muy baja y rápidamente emprendemos camino de regreso. Como dos horas nos ha costado llegar al Mirador desde Izarra. La vuelta la hacemos por la pista que arranca del costado del barranco en dirección este.
Comentarios:
Oketa ( 1035 m.).
Ruta del Cares.
Ruta del Cares.
Vignemale (3290 m.) desde Pont D'espagne.
Vignemale (3290 m.) desde Pont D'espagne.